Ayer lunes 23, y en la Consejería de Agricultura,
Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Energía tuvo lugar un nuevo encuentro entre
el Director General de Medio Ambiente por un lado, con miembros de la
Plataforma de Afectados No Línea Alta Tensión Robledo, que junto con el
concejal de Izquierda Unida en la localidad de Malpartida de Plasencia y
acompañados del diputado del grupo parlamentario de I.U.-Siex Pedro Escobar,
volvieron a reclamar de las autoridades autonómicas la máxima atención y una
intervención inmediata para devolver el trazado de la línea de alta tensión a
su recorrido menos perjudicial.
Fruto de un encuentro anterior celebrado en Malpartida el día 12 de junio entre los miembros aludidos de la localidad y Pedro Escobar, la reunión de ayer sirvió de nuevo para poner de manifiesto la rotunda oposición a este proyecto industrial que amenaza con degradar de manera importante un paraje íntegro y cercena un patrimonio comunal natural de máxima importancia para la localidad.
Frente al argumento único que sostiene la
compañía eléctrica para mantener la construcción de la línea y que no es otro
que el de los plazos comprometidos, tanto los miembros de la Plataforma como
así mismo el concejal, desgranaron un batería de argumentos que ponen en
énfasis el despropósito de la instalación prevista y de inminente construcción
anunciada.
Los argumentos en contra del trazado son contundentes.
El cambio de criterio entre los dos pasillos alternativos presentados y que acaba condenando a nuestros intereses, no se justifica medioambientalmente. La decisión adoptada, como así se concluye en las recomendaciones iniciales, causa un impacto superior en los órdenes socioeconómicos, medioambientales y paisajísticos. Tras conocer la cronología del procedimiento y la lectura de la Resolución de la misma Dirección General de Medio Ambiente de 1 de diciembre de 2012, y en la cual se formula la declaración de impacto ambiental, no se puede concluir que el pasillo aprobado sea el más adecuado. Todo lo contrario. Además, definitivamente este asunto se torció entre las manos de la anterior administración socialista; y no resulta descabellado poner el acento en la sospecha cuando la alegación en la que se apoyó la administración referida para inclinarse por el pasillo menos favorable se sostuvo en argumentaciones tan peregrinos que hasta la propia organización internacional de defensa de las aves que la había formulado inicialmente se retracta en la resolución antes referida.
También la línea proyectada responde a intereses empresariales, es decir económicos, que se sustancian fuera de nuestro alcance. Una línea de alta tensión que se suma a una estrategia energética que no busca sustituir ninguna energía por otra, sino que sólo trabaja en favor de posicionamientos en el mercado de la energía. Los argumentos esgrimidos por la empresa eléctrica para su justificación, tales como la demanda creciente de energía, o la calidad de la energía como obstáculo para la instalación de nuevas empresas en Extremadura, se han caído.
Esta línea de Alta Tensión viene a sumarse a
otra de similares características (doble circuito de 220.000 V y 63 metros de
altura) que actualmente se construye y que ya se aproxima al pueblo. Tanto esta,
como la línea que pretende atravesar el Robledo, unen los mismos puntos
eléctricos resultando una duplicación y mallado de redes que van más allá de los
argumentos de distribución de energía que la empresa sostiene. Los objetivos
propios de la empresa, a la vista de las conclusiones del análisis riguroso sobre
estrategias energéticas que miembros de la Plataforma expusieron en el
encuentro, se hallan en intereses de transporte de energía con objetivos
comerciales que nada tiene que ver con las necesidades reales del territorio.
Así mismo, El Presidente de la Plataforma de Afectados por la Línea hizo entrega al Director General de una copia del expediente de recusación que ante el Tribunal de la Comisión Europea está cursando la propia plataforma. Con dictámenes favorables, incluidos el del Defensor del Pueblo, esta iniciativa tendrá todo el apoyo de esta organización. También anunció que ante la inoperancia que están suponiendo los esfuerzos por abrir los ojos ante el despropósito que se nos avecina, se baraja la posibilidad de realizar acciones radicales de protesta sobre el terreno si se pone en marcha la obra.
A Malpartida no le salen las cuentas. El sacrificio que la localidad debe hacer para asumir esta decisión medioambiental tan dudosa es de un costo tal que, desgraciadamente, parece ser que sólo el tiempo pondrá en evidencia. Cuando los ciudadanos sean verdaderamente conscientes del alcance que suponen estas instalaciones, será tarde. Este proyecto viene a sumar sobre nuestro término otra mastodóntica instalación industrial de este carácter, suponiendo una presión definitiva sobre el territorio, y que viene a cercenar las posibilidades de desarrollo que el lugar posibilita.