Joaquín Macias. Coordinador General IzquierdaUnida Extremadura
ASTORGA-PLASENCIA, Una línea estratégica.
Por D. Juan José Ramos Vicente. Es funcionario
de Correos desde 1987, e investigador del ferrocarril.
Nos deleitará con un breve
recorrido de la historia de esta línea hasta su cierre definitivo, ya sin
mercancías, en 1996. Y reflexionará
sobre las enormes posibilidades que este corredor puede ofrecer para el futuro
desarrollo de un vasto territorio que
tantas bondades alberga en su itinerario.
Su pasión por este medio de transporte le
viene desde que tenía 8 años, cuando su abuelo lo llevaba a la estación de su
pueblo para jugar mientras este charlaba con el guarda…El olor a creosota de
las traviesas, las vías, instalaciones, etc se quedaron impregnadas en su mente
y esta fue la causa que e impulsó a
realizar mucho tiempo después, exhaustivo estudios sobre líneas de ferrocarril
además de una exhaustiva documentación relacionada.
Con este nuevo proyecto quiere ofrecer un
estudio en profundidad sobre la línea de Plasencia a Astorga, desgraciadamente
abandonada en 1984, vía de comunicación que potencialmente tiene muchas cosa
que aportar, reivindicando de esta manera las pretensiones y anhelos de un gran
colectivo interesado en la reapertura de este viejo trazado férreo.
La defensa del tren
Público y Social desde el sindicalismo.
A cargo de D. Diego
Rodríguez, miembro de CGT Huelva y de la Coordinadora del Movimiento TRP.
Aporta una visión de lucha sindical por un tren social para viajeros y
mercancías en el contexto actual, pero sobre todo es un gran escuchante, de sus
compañeros, de los ejecutivos de su empresa y de los usuarios y un gran
comunicador. Conocedor de que la defensa popular del AVE se hace desde la
ignorancia de que es un tren que apenas usa un 4% de la población en un país
donde las reformas sociales caminan hacia un empobrecimiento de la mayoría que
no podrá utilizar esos AVEs, primero porque solo paran en las grandes ciudades
y segundo, porque incluso subvencionados (actualmente se paga solo 1/3 del precio
real), son demasiados caros para el 90% de las familias españolas. Un AVE que
sólo utiliza un 11% de la población, pero que absorbe el 78% de los costos de
los ferrocarriles.
