Izquierda Unida presenta su propuesta de reforma electoral, que entierra la Ley D'Hont |
El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, ha dado a conocer las motivaciones y líneas básicas de la propuesta de esta formación para abordar una futura reforma de la Ley Electoral (LOREG), un tema por el que esta formación política viene peleando desde hace 20 años. Entre las novedades destaca la ampliación del Congreso hasta los 400 escaños y la sustitución de la Ley D'Hont por la fórmula St. Lagüe que se aplica en países escandinavos.
El debate de la reforma electoral se ha abierto oficialmente después de que la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, confirmase la creación de una subcomisión parlamentaria al efecto en el Congreso y anunciase que el Ejecutivo encargará un informe al Consejo de Estado para poner sobre la mesa los posibles cambios.
IU y PSOE ya intentaron crear la legislatura pasada esta subcomisión, tras una reunión mantenida en Moncloa entre el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, y Gaspar Llamazares en julio de 2005, pero los trabajos de la ponencia no llegaron a ningún puerto más allá de unas reformas puntuales para el voto de los residentes temporales ausentes, como los estudiantes de beca Erasmus.
Llamazares considera evidente que "el actual sistema que recoge la Ley Electoral origina un gran número de votos perdidos, teniendo un índice de proporcionalidad muy bajo". Además, advierte una sobrerrepresentación de las provincias con menor número de población sobre el resto.
Con el actual sistema, Izquierda Unida es la sexta fuerza del Congreso en número de escaños pese a haber obtenido un millón de votos en las elecciones de marzo, por lo que se considera la formación más perjudicada.
"Un sistema electoral democrático se aleja de su raíz si aquella correlación entre votos y escaños queda gravemente distorsionada y este es el caso que pretendemos resolver --asegura--. Ante esa situación, la legitimidad democrática, nacida de los votos populares, se ve frustrada por un sistema electoral que permite ese grado de disfuncionalidad y de ruptura del mínimo sentido de proporcionalidad exigible".
La propuesta de Izquierda Unida, que no implicaría necesariamente reformar la Constitución, no sería particularmente perjudicial para ninguna formación política, ni estatal ni de ámbito nacionalista, y su objetivo es adecuar los votos logrados por cada uno a la representación final que se obtenga. Se basa en cuatro cambios concretos:
1.-Aumento a 400 del número total de escaños, un supuesto previsto en el artículo 68.1 de la Constitución. Esto podría facilitar la igualación del valor de cada voto en relación con la conquista de un escaño si se combina con una distinta fórmula electoral. Asimismo, desde la aprobación de la Ley Electoral la población española ha aumentado considerablemente y, de esta forma, la nueva representación será más proporcional a la población actual.
2.- Supresión del mínimo de escaños de la circunscripción provincial, fijado actualmente en dos diputados. Ahora quedan ‘inmovilizados’ por ley un total de 102 escaños (100 para las 50 provincias, más 2 para Ceuta y Melilla) y tan sólo 248 se distribuyen realmente en función de la población. Izquierda Unida preferiría la circunscripción autonómica pero, al menos, considera mucho más adecuado que el mínimo de escaños por provincia se reduzca a 1, pasando el resto a distribuirse en función de la población. Así se ‘liberan’ 50 escaños y se sustituye el ‘peso de las hectáreas por el de las personas’.
3.- Creación de una ‘bolsa’ o fondo estatal de restos donde vayan a parar los votos que le sobran a cada formación tras distribuirse el número de escaños que finalmente se designe entre el número de circunscripciones que se decidan. Es decir, una vez que cada formación haya recibido una asignación de su último escaño por una circunscripción, los votos sobrantes irán a esa bolsa general a la que se aplicará la misma fórmula electoral que en el resto de circunscripciones anteriores para proceder al reparto de escaños que se hayan apartado para tal fin. Este número podría ser el de los 50 nuevos, tras ampliar de 350 a 400 los escaños.
4.- Cambio de la fórmula electoral. IU apuesta por la fórmula St. Lagüe al considerar que es una de las que mejor cumple todas las propiedades de un sistema electoral proporcional cuando se aplica al tamaño de las circunscripciones que hoy establece nuestra Constitución. Se mejora considerablemente la representatividad de la Cámara y, por tanto, tiende a situar al tercer partido en la posición de tercera fuerza parlamentaria. El cambio es muy sencillo, ya que se trata simplemente de pasar de unos divisores 1, 2, 3, 4, como hasta ahora establece el método D´Hont, a otros con una sucesión de 1, 3, 5, 7, 9, tal y como señala St. Lagüe.
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