NO A
Izquierda Unida de Malpartida de Plasencia manifiesta su rotunda oposición a que la comida navideña que convoca tanto a funcionarios como a trabajadores eventuales, y concejales, del Ayuntamiento sea pagada con dinero de las arcas públicas municipales.
La posición de Izquierda Unida en cuanto a estos eventos ya es conocida, y viene siendo respondida de la misma manera: nuestros concejales no asisten a ellos. Pero es para clarificar y centrar la significación real de estos actos y la posición de esta organización en cuanto a ellos por lo que se pone en conocimiento público.
1º.- Todos los trabajadores, tanto si lo hacen para una Administración Pública como es el Ayuntamiento, como si lo hacen para una empresa privada, deben recibir el salario estipulado en los marcos laborales establecidos. En el caso de la administración pública al menos así lo es. Cualquier gratificación ajena a los conceptos de prestación de servicios contratados tiene un carácter excepcional, y repercute sobre el grupo o trabajador que los desarrollan. Sin embargo, las gratificaciones generales o de plantilla son elementos que utilizan las empresas privadas con diferentes motivaciones y objetivos que no vienen al caso.
Lo que no imaginamos es a la dirección de trabajadores de un Centro de Salud invitando a cenar a médicos, celadores, y personal de limpieza a cuenta de
Por todo esto, no se concibe que una administración pública como lo es el Ayuntamiento de Malpartida haga lo que ningún ayuntamiento hace si no es con un objetivo demagógico y de usurpación de identidades. Ni el Ayuntamiento es ninguna empresa privada, ni el alcalde es el jefe que con el esfuerzo de su empresa decide tener una gentileza con sus empleados. Además, en ningún Pleno de Concejales ni Órgano de Gobierno se ha tomado ningún acuerdo para ello, y ni se ha debatido ni se han formulado consultas.
Detrás de la invitación que este Ayuntamiento hace a los trabajadores municipales se respira la mentalidad antañona, casposa y caciquil de poner contentos al personal para tener el beneplácito de su criterio. Pero sobre todo, atenta contra la dignidad de los trabajadores y contra el principio de igualdad de los derechos del conjunto de los ciudadanos del municipio.
2º.- En el actual estado de crisis económica, con constantes llamamientos por parte de las autoridades económicas socialistas y dirigidas a todas las administraciones públicas para que moderen y recorten el gasto, resulta inaudito que en la nuestra no sólo no se tome ni una sola medida de contención, sino que sumidos en un sin fin de gasto caótico, lo mejor es rematarlo con una cena pagada por todos para que quede bien quién?. Si el ayuntamiento quiere hacer el esfuerzo de gratificar a sus trabajadores por los servicios prestados (que volvemos a insistir no tiene razón de ser), primero debe ser aprobado por el Órgano de Gobierno correspondiente y naturalmente después de haberse debatido por parte de todos los grupos políticos. Y si así se acordara, consideramos que debería consistir en un detalle que llegara a los hogares de los trabajadores.
Si alguien quiere hacerse una comida navideña que se la pague junto con sus compañeros de trabajo. Y por su parte, los concejales y alcalde ya repiten con la cena del Pregonero, la comida del concurso de albañilería,…
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